Una persona empática es quien tiene la habilidad de ponerse en el lugar del otro con facilidad. Mientras que el narcisista carece de empatía y posee un trastorno de la personalidad caracterizado porque es manipulador, maltrata psicológicamente y se muestra encantador mientras utiliza a la gente, que no es capaz de querer por estar discapacitado para hacerlo.
El empático es aquella persona que se interesa por ayudar mucho a los demás, al punto que puede olvidarse de sí mismo. Esto le agrada al narcisista porque al verse ayudado por la persona empática recibe mucha atención y elogios que engrandecen al narcisista.
Quien es empático tiene la facilidad de reconocer el sufrimiento profundo del narcisista, de identificar sus heridas emocionales y le dice al narcisista que busque ayuda para sanar emocionalmente, pero esto al narcisista no le interesa, porque no piensa en cambiar como persona.
Una persona empática tiende a ignorar el comportamiento dañino del narcisista a nivel emocional, físico y psicológico, debido a que es un consejero que ayuda a quien lo necesita. Se olvida del autocuidado y de su autoestima.
Una persona empática es propensa a atraer a los narcisistas por muchos motivos que pudimos leer en la primera parte de este artículo.
El empático es una persona como mucha sensibilidad, por lo tanto, las emociones son demasiado abrumadoras y no puede tolerar ningún tipo de violencia del narcisista. Por esto, llega un momento donde en relación con un narcisista se empieza a sentir sofocado, a pesar de ser una persona muy paciente. Esta virtud de ser paciente la admira el narcisista puesto que necesita paciencia, ya que se desespera y enoja por no tenerla.
Una característica particular del empático es que emite energía positiva la cual un narcisista toma, para aprender a manipular a la gente valiéndose de observar el comportamiento del empático, en cómo muestra su sensibilidad a los demás.
La persona empática tiene la facultad de perdonar rápidamente; esto ayuda al narcisista ya que le permite seguir con su comportamiento dañino, al cual el empático no le pone límites, por creer que el narcisista puede cambiar o que le puede ayudar a ser diferente. Por esto para el empático es difícil romper la relación de codependencia con el narcisista, porque se encuentra mentalmente atrapado por el narcisista y depende emocionalmente de éste. Por esto se recomienda buscar ayuda psicológica para la persona empática que ha sido maltratada física o psicológicamente por el narcisista.
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